martes

Nuevos apuntes de Ciudadanía (2ºESO)

Hola,

dejo enlazados los últimos apuntes de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Con estos materiales damos por terminado los contenidos por este curso.


Tema 3: Democracias y nuestro sistema político.


saludos

viernes

Reseña sobre 1984 de George Orwell

1984 es una novela publicada en 1949, de temática política y subgénero de ciencia ficción. Está basada en una sociedad futurista regida por un Estado totalitario y represor.
Esta novela describe un gran estado denominado Oceanía formado por tres grandes grupos sociales: el Partido único interior o miembros dirigentes, el Partido único exterior o funcionarios del aparato burocrático y, finalmente, los proles que son gente pobre y corriente que habita al margen del sistema.
El argumento de esta obra describe una sociedad ficticia nada deseable, esta sociedad se basa en un extremo sometimiento de la clase dirigente sobre los miembros de la sociedad, con el objetivo de asegurarse la absoluta fidelidad y adhesión a los principios del Partido. Estos principios representan el poder y el instrumento de control, humillación y sometimiento ante la sociedad. Este poder se ejerce a través de la propaganda, de la vigilancia de todos los aspectos sociales y personales, del fanatismo, del miedo y de la condena a una existencia absolutamente miserable.
Por estos motivos, la sociedad se ha convertido en un estado policial con un control total del individuo y su personalidad a través de un acoso psicológico y moral sobre la intimidad personal. La vida se ha convertido en una rutina triste y gris, la familia en algo controlado por el Partido donde los hijos están al servicio del régimen, prefiriendo delatar y denunciar a los propios padres por el supuesto bien de la sociedad, el sexo apasionado es un crimen; y las emociones, pensamientos y sentimientos son un lujo absolutamente arriesgado por estar controlados y supervisados a tiempo completo y en cualquier lugar por una Policía del Pensamiento que tortura y elimina a aquellos que se salen de los principios establecidos por el sistema.
Pero,… ¿Cómo se consigue este control y poder absoluto?
En primer lugar, a través de una fuerza dominante llamada  “EL Gran Hermano”, que en este caso es la imagen con la que el partido se presenta ante el mundo: como gran guardián de la sociedad y juez omnipresente. El Gran Hermano representa un símbolo de máximo poder y control ya que está constantemente vigilando a todos a través de la propaganda interactiva y de las nuevas tecnologías audiovisuales. En concreto con las grandes pantallas digitales y micrófonos situados en cada rincón de la vida cotidiana de seres humanos totalmente sometidos y humillados.
El Estado controla y perfila la personalidad de los ciudadanos desde los 4 grandes Ministerios:
El Ministerio del Amor, que se encarga de mantener la ley y el orden del Estado a costa de la individualidad de los ciudadanos, lo que consigue por medio del lavado de cerebro a través del miedo, castigos y torturas y de la reeducación para conseguir que la gente venere incondicionalmente al El Gran Hermano como comandante y dios supremo.
El Ministerio de la Paz que es el encargado de mantener al Estado en permanente guerra para que los ciudadanos vivan en un constante sentimiento de temor y así conseguir la paz en el propio Estado.  El sometimiento personal y social se consigue por medio de enfocar el odio y el miedo hacia lo externo, hacia otros Estados y hacia supuestos disidentes del propio Estado.
El Ministerio de la Abundancia, que se encarga de racionar los recursos y la economía manteniendo a los ciudadanos en la más absoluta pobreza y permanente escasez de comida. De esta forma, se controlan psicológicamente a las personas puesto que necesitan ocuparse nada más que de satisfacer sus necesidades más básicas para subsistir.
El Ministerio de la Verdad, que tiene la función de crear constantemente una versión oficial de la realidad por medio de la propaganda y de mantener la realidad oculta e inaccesible; para lo que se destruye, se falsifica y se reescribe todo tipo de documentos, creaciones humanas e incluso el tiempo histórico, haciéndolos acordes a la ideología del Partido-Estado y redefiniendo, de esta forma, una versión irrefutable y única de la realidad pasada, presente y futura.
Las tres grandes consignas que mantienen la ideología del Partido y que someten a los ciudadanos a un continuo acoso moral y psicológico, destruyendo su personalidad son:
1. “La Guerra es la Paz”. La creencia de estar en una constante guerra hace que los ciudadanos sean muy sumisos ante un Estado supuestamente protector frente al enemigo, así se consigue la Paz en el propio Estado.
2. “La Libertad es la Esclavitud”. Puesto que los ciudadanos no conocen otra realidad que no sea la esclavitud frente a los dirigentes, se sienten libres por ignorancia.
3. “La Ignorancia es Felicidad”. Vivir en un estado de permanente ignorancia y desconocimiento evita el pensamiento crítico y la rebelión contra el Estado, por tanto, se garantiza la felicidad de los dirigentes.
Sin embargo, como se reconoce en el Libro de la Hermandad, los estados no luchan unos contra otros, sino que son los grupos dirigentes los que matan a los propios súbditos con cohetes, siendo el objeto de la guerra no tanto defender el territorio sino mantener intacta la estructura de una sociedad jerarquizada y desigual.
A los miembros del Partido, al contrario que los proles que no tienen intelecto, no se les puede conceder libertad intelectual, ni siquiera, la más pequeña desviación ideológica. Por lo tanto es necesario cortar en seco cualquier pensamiento peligroso en contra de la disciplina del Partido. De esta forma el estado se apropia del individuo y le controla la realidad y la personalidad que se puede permitir desarrollar. A este respecto, el control de la personalidad se realiza a través del lenguaje: por medio de la creación de una “neolengua” donde solo se permiten determinados vocablos. De este modo, se logra limitar el alcance del pensamiento, logrando así el máximo acoso psicológico y moral de los ciudadanos al imponerles la auténtica inconsciencia.
Por el toro lado, para lograr que la realidad no fuese en contra del Estado y así haya razones para contradecir sus quehaceres, se controla al partido externo también a través de reescribir la historia y por medio de estadísticas falseadas que crean en los individuos un mundo irreal, engañoso e inconsciente de la realidad.
El mayor acoso moral de los individuos por un Partido-Estado totalitario se realiza a través del control de las emociones y los sentimientos humanos evitando los vínculos naturales entre ellos. Esto se consigue a través de arrancarles los sentimientos naturales con trabajo rutinario y falta de tiempo libre, consignas repetidas, falsas estadísticas, juegos y duchas de agua fría, conferencias, desfiles, actos como los minutos y semanas del Odio, música y marchas militares, eliminación de la ternura, del amor, del deseo y del placer y por la sustitución de estos por el miedo y el odio, la fiebre guerrera y la adoración al líder.
De esta forma, el Partido ejerce un sometimiento absoluto del ser humano por medio de imponer su visión del mundo, inventada de acuerdo a sus intereses, pues la gente es incapaz de comprender lo que se les exige, ni se interesan lo suficiente por los asuntos públicos y así quedan apartados del curso de la historia pues nada importan los sentimientos ni las acciones que se desvanecían y no volvían a figurar para nada. En este objetivo, la tecnología y la ciencia cumplen adecuadamente su misión al ejercer un completo y absoluto dominio y control sobre los procesos mentales y emocionales, a través del estudio psicológico y biológico de las posibilidades del ejercicio del miedo, de la tortura y del odio, para conseguir la meta de la apropiación del individuo.
El poder que crea un Partido inmortal basado en el miedo, el odio y la crueldad, con constantes acosos psicológicos y morales, hace que el hombre se venza a sí mismo y se acoja a ese corazón amante que representa El Gran Hermano.

Jorge G.